domingo, 7 de abril de 2013

Historia del descubrimiento de las pinturas rupestres de Torrecilla de Alcañiz

Descubrimiento de las pinturas rupestres de Torrecilla de alcañiz

 

Con motivo de las preguntas y correos recibidos, a continuación comento explico brevemente la  historia del descubrimiento de las pinturas rupestres de Torrecilla de Alcañiz

Aún no comprendo como aquel día tomé esta pequeña carretera, desviándome del recorrido habitual, ni porqué, estas moles de roca nos atrajeron de tal forma, hay miles de lugares parecidos a este en la comarca, pero fue precisamente en este en el cual nos detuvimos, algo, alguien, o alguna fuerza de naturaleza que desconocemos o extraña conexión fuera de los habituales sentidos nos llevó hacia allí, para descubrir el mensaje plasmado en una cueva, dejado miles de años atrás por alguien que quizás se preguntaba lo mismo, o bien tenía el conocimiento y dominaba esta fuerza o energía. Tengo la seguridad de que no  descubrí las pinturas rupestres, más bien ellas me encontraron a mi, ...me llamaron


    Era un frío día de invierno, 18 de Enero del 2013, sobre las 11 de la mañana me dirigía hacia una zona del río Martín en compañía de mi pareja, para realizar una serie de investigaciones en unos estrechos, pero en vez de ir por la carretera Nacional que pasa por Alcañiz, seguí otra pequeña carretera, no supe el porqué, simplemente tomé otro itinerario.
Pasado el pueblo de Torrecilla de Alcañiz, mi Pareja Nica y yo, estábamos inmersos en una conversación mientras conducía, y de repente nos quedamos callados, algo a nuestra derecha pareció atraer profundamente nuestra atención. Era extraño pero los dos tuvimos el la misma sensación, allí cerca de la carretera, observamos unas singulares formaciones rocosas que parecían atraernos irresistiblemente. Se trataba de unas elevaciones de conglomerado de piedra, que formaban barrancos o cortados verticales en forma de muro. Estos peñascos castigados y modelados por el implacable poder del viento, parecían ser estatuas que nos contemplaban desde lo alto poseyendo vida propia. Una de ellas recordaba a una cabeza, en forma de esfinge, en ella se vislumbraba un agujero natural por el que pasaba la luz a modo de un gran ojo.
Detuve el vehículo y fuimos andando hacia las peñas rocosas, sospechábamos que en sus entrañas hallaríamos algún vestigio o restos de actividad humana, ya que en este tipo de peñascos se solían encontrar petroglifos, o restos de construcciones antiguas.
Mientras mi pareja contemplaba el lugar buscando algún indicio, me separé unos metros escalando con bastante dificultad una de estas moles de piedra, ya que el acceso más fácil estaba bloqueado por vegetación arbustiva, y allí en una pequeña cueva, vi lo que parecía un friso, acto seguido me acerqué para ver si había algún gravado o dibujo, al acercarme y observar detenidamente, vi lo que a simple vista aparecía como una figura humana, estaba pintada en rojo oscuro. Al rato de estar allí pude darme cuenta del fenomenal hallazgo, sin duda habían varias figuras de lo que parecían pinturas rupestres, fue algo mágico y asombroso, cuando más tiempo estaba en la oquedad, mas pinturas parecían mostrarse ante mi, allí había algo importante, algo que de alguna manera nos llamó o dirigió hacia allí, Me quedé un rato absorto en lo que mis ojos contemplaban, estaba inmerso en una especie de trance, lo más parecido a un estado de meditación profunda, llamé a Nica para que viera lo que había descubierto e inmediatamente tomé fotografías en alta definición de los detalles así como planos generales, anoté y gravé las coordenadas del GPS, tomé medidas y orientaciones con la brújula.
Había figuras incompletas, con lo cual decidí ir a casa a buscar información, y alguna referencia sobre el hallazgo, así como empezar a analizar las fotografías con detenimiento, ya que en el lugar no quise ni siquiera tocar el friso por posible contaminación o deterioro, la misma grasa de los dedos puede alterar una prueba de carbono en la datación.
Al observar las fotografías me di cuenta de la importancia del descubrimiento, a lo que me dispuse a investigar y a aplicar mis conocimientos en tratamientos de imagen digital con el fin de obtener un calco y así poder averiguar lo que estaba dibujado en el friso, obtener una datación aproximada y una posible interpretación, y allí llegó la sorpresa
Durante los trabajos de la obtención del calco, realmente no sabía a que parte pertenecía la porción ampliada de la imagen que trabajaba, ya que generalmente al escribir y trabajar estoy bajo estado de meditación, a un nivel de concentración y percepción muy elevado, gracias a las técnicas aprendidas de diferentes lamas y maestros. Por lo que al ver el resultado obtenido, es decir, el calco, allí me llevé una gran sorpresa, lo que contemplaban mis ojos era el mismísimo cuadro pintado hacía miles de años por alguien, con una forma de conocer y comprender el mundo muy distinta a la nuestra.
Me di cuenta de la importancia del hallazgo por lo que me puse en contacto con mi amigo Miguel Giribets, para asegurarme de lo que veía, tener una opinión de un experto como el, y me asesorase para ver la forma de comunicarlo a las autoridades o expertos, En pocos días confeccionó un magnífico informe de la  investigación realizada y posteriormente se envió a a las personas y organismos oficiales.

 


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